Período 1897 a 1929
Dentro del reino de los objetos diseñados, el inicio del siglo XX está caracterizado por la tensión entre la industrialización para las masas y la producción artesanal. Para el final del siglo XIX, arquitectos, diseñadores, artesanos y artistas se habían conglomerado en sociedades, exhibiciones y publicaciones para imaginar una nueva visión del futuro en el cual nuevos materiales, nuevas formas y nuevos procesos de manufactura definirían un rol crucial. Este capítulo analiza los puntos clave en este desarrollo, mostrando primero cómo los diseñadores buscaban acercar lo viejo y lo nuevo, y luego cómo nuevos materiales y nuevas formas de fabricación direccionaron el diseño hacia una ruptura con las formas del pasado y permitieron re-imaginar la forma en que vivimos.
Dentro del reino de los objetos diseñados, el inicio del siglo XX está caracterizado por la tensión entre la industrialización para las masas y la producción artesanal. Para el final del siglo XIX, arquitectos, diseñadores, artesanos y artistas se habían conglomerado en sociedades, exhibiciones y publicaciones para imaginar una nueva visión del futuro en el cual nuevos materiales, nuevas formas y nuevos procesos de manufactura definirían un rol crucial. Este capítulo analiza los puntos clave en este desarrollo, mostrando primero cómo los diseñadores buscaban acercar lo viejo y lo nuevo, y luego cómo nuevos materiales y nuevas formas de fabricación direccionaron el diseño hacia una ruptura con las formas del pasado y permitieron re-imaginar la forma en que vivimos.
Siguiendo los
desarrollos década por década, esta sección elige trabajos significativos como
ejemplos de buenos diseños e innovación, conectando con actividades contemporáneas relacionadas y
eventos históricos. Este enfoque selectivo quiere decir que estos ejemplos
pueden llegar a ser entendidos en términos de su fabricación como también su
estética y su contexto histórico.
En 1897 podemos
decir que se tomaron los primeros pasos importantes hacia un diseño progresista
por los arquitectos secesionistas de Viena* Koloman Moser y Josef Hoffmann. Los
Secesionistas fueron fuertemente influenciados por la última etapa del
Movimiento de Arts and Crafts en el Reino Unido, y, en particular, por el
trabajo de Charles Rennie Mackintosh, cuya arquitectura, mobiliario y trabajo
en metal altamente original representaron un puente entre el diseño vernáculo
deconstruido de la década de 1890 y el imaginario de los Secesionistas.
Para establecer
una salida para su trabajo y para fomentar un intercambio de ideas entre los
artistas más avanzados de la ciudad, artesanos y arquitectos, Moser y Hoffmann
formaron los Wiener Werkstätte (Los Talleres de Viena) en 1903. Siguiendo los
pasos de William Morris y John Ruskin, propulsores del movimiento de reforma en
el Reino Unido, los Werkstätte buscaron lanzarse contra un mundo que estaba poblándose incrementalmente por productos
industrializados pobremente diseñados, a través de la fabricación artesanal de
arte, textiles, trabajo en metal, vidrio, cerámica, mobiliario y arquitectura
con un elevado grado de originalidad. Los Werkstätte fueron, por lo tanto, una
empresa decididamente centrada en los oficios y no un ejemplo de diseño
integrado para una eficiente producción masiva, aunque Hoffmann y Moser sí
diseñaron mobiliario para Thonet. El lema de las Werkstätte era: “Mejor
trabajar 10 días en un producto que fabricar 10 productos en un día.”
Thonet fue la primera compañía en producir masivamente mobiliario, y ha producido productos utilitarios, bien diseñados desde 1850. Fundado por Michael Thonet, un empresario y fabricante de gabinetes de Alemania, el enfoque innovador de la firma sobre la producción de mobiliario de madera (Ejemplo: La división de labores para crear productos refinados y accesible a las masas) y el hecho de que trabajó con los mejores diseñadores significó que los Werkstäte no emitieron ninguna objeción. Sin embargo, a pesar de los logros y la influencia considerable de Thonet, los resultados de los Werkstätte (particularmente durante sus primeros 5 años) representan el principio del diseño verdaderamente progresivo debido a la creación de una estética nueva y radical que se convirtió en el estilo y la sustancia del diseño del siglo XX.
En los Estados
Unidos, Charles Rennie Mackintosh tuvo una gran influencia en el arquitecto
Frank Lloyd Wright, y él, a su vez, indudablemente inspiró a los Werkstätte. De
todo el trabajo de Wright, el más intransigente es todo el mobiliario de metal
que diseñó para el edificio Larkin (1904) en Buffalo, New York. La silla para
la “Oficina Larkin” (Larkin Office Chair) fue uno de los primeros asientos de
metal para interiores y, aunque no hay ningún registro de cuál fue su
recepción, debe haber parecido “Brutalista”, en su uso inolvidable de
materiales y forma. A pesar del diseño
interior innovador de Lloyd Wright con las puertas de vidrio, aire
acondicionado y mobiliario construido a medida, el Edificio Larkin fue demolido
en 1950.
Silla Thonet Nº 14. 1859
Silla de Oficina Larkin, Frank Lloyd Wright, 1904.
Silla Sitzmaschine , Josef Hoffmann, 1905.
Durante los
primeros 2 años de existencia de los Werkstätte, ningún trabajo fue más
importante que la Silla Sitzmaschine (Máquina para Sentarse). Diseñada por
Hoffmann en 1905, fue más allá del idioma de la innovación decorativa y, junto
con la silla de oficina Larkin de Wright, debe ser considerada como una de las
primeras sillas “modernas” ya que
hizo un corte significativo con el pasado y unió función con una ornamentación
restringida pero expresiva. Ambas sillas
anuncian el ascenso del funcionalismo y
de la utilidad por encima de la decoración en el diseño radical.
El advenimiento
de la Primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre en Rusia trajeron cambios
casi sísmicos en Europa y en el mundo en
general, creando un deseo colectivo por la auto determinación y una ruptura con
el pasado. Si bien un gran conjunto de innovaciones tecnológicas tuvieron lugar
durante este período, el desarrollo de la fabricación de mobiliario tuvo una
demora como resultado de la guerra. Algunos avances estaban desarrollándose en
países neutrales, como Dinamarca, y en los Países Bajos, con el trabajo
experimental de Gerrit Rietveld resultando en una nueva racionalidad. La contribución de Rietveld a la reinvención
del mobiliario significó tanto como el compromiso de Picasso para con la
abstracción, o el uso cada vez mayor de la disonancia de Richard Strauss una
década antes. Sin la gran influencia de Rietveld y el movimiento artístico
llamado “De Stijl” (The Style), el Modernismo temprano definitivamente hubiese
tenido un tinte muy distinto.
Aunque no tan
conocida como su silla “Red and Blue” y su predecesora de 1917, la mesa
auxiliar de Rietveld de 1919 es igual de fuerte en su rechazo y deconstrucción
de la estructura y despojo de la decoración. Sin embargo, muebles del tipo de
la mesa auxiliar aún reciben una gran crítica e incluso son ridiculizados; se
refirió a ella como “atrapador de polvo” con su exceso de superficies
horizontales. Se recuerda a Rietveld por encontrar este tipo de desaprobación
pedante de su obra como algo divertido.
A pesar de la
importancia histórica del asiento “Sitzmaschine” de Hoffmann o las
experimentaciones estructurales de Rietveld, como una secesión del pasado,
hasta 1920, ninguno estaba diseñando específicamente para producción masiva,
aunque su trabajo era por supuesto racional en términos de manufactura. Es
claro, por lo tanto, que lo que ejemplifica gran parte del Modernismo (por lo
menos en diseño de mobiliario) no es el principal enfoque de sus
emprendimientos.
Los años siguientes después de la Primera Guerra Mundial vieron el nacimiento del diseño industrial progresivo, un abordaje guiado por los materiales y la fabricación que estuvo al servicio de la función y la eficiencia a la manufactura. A pesar de que los Werkstätte se convirtieron más en tiendas minoristas que vendían Art Decó, Rietveld continuó su trabajo a la vanguardia, paralelo a los futuros semidioses del modernismo. Colectivamente ellos crearon productos verdaderamente vanguardistas sin dejar de ser productos lógicos cuya influencia se extendió, en términos relativos, tan lejos como el arte abstracto.
Los años siguientes después de la Primera Guerra Mundial vieron el nacimiento del diseño industrial progresivo, un abordaje guiado por los materiales y la fabricación que estuvo al servicio de la función y la eficiencia a la manufactura. A pesar de que los Werkstätte se convirtieron más en tiendas minoristas que vendían Art Decó, Rietveld continuó su trabajo a la vanguardia, paralelo a los futuros semidioses del modernismo. Colectivamente ellos crearon productos verdaderamente vanguardistas sin dejar de ser productos lógicos cuya influencia se extendió, en términos relativos, tan lejos como el arte abstracto.
Silla Red Blue Chair, Gerrit Rietveld, 1917.
Aparador, Gerrit Rietveld, 1919.
El período de
entre guerras vio rápidos cambios en cuanto a tecnología de manufactura y la
popularidad de los materiales industriales utilizados en mobiliario. En 1919,
Walter Gropius funda la escuela de Bauhaus en Weimar, Alemania. Las bases del
programa educativo de la Bauhaus fue la del “aprendíz”, la cual concentraba una
experimentación libre con color, forma y material. Al completar un módulo de “aprendizaje” los
estudiantes podían elegir uno de varios cursos en artes aplicadas. El objetivo
era que los estudiantes adquirieran un nivel equitativo entre habilidades en
disciplinas artísticas y artesanales (construcción artesanal). Durante 13 años
(antes de ser cerrada por el partido Nazi, debido a sus supuestas afiliaciones
comunistas), la escuela enseñó artes aplicadas a algunos de los diseñadores y
arquitectos más importantes del siglo XX. Ellos a su vez, a través del ejemplo
y de la enseñanza, han influenciado todo lo que ha sucedido desde entonces.
La pieza de
mobiliario más importante que se diseñó
en la Bauhaus durante este período fue una silla de club de acero tubular, la
B3, a la cual se llamó más adelante “Silla Wassily”. Es quizás la mejor obra
del gran maestro alemán del diseño Modernista, Marcel Breuer. Mientras que la
maestría en producción masiva de Thonet había precedido a la silla Wassily por
cerca de 60 años, la silla de Breuer fue el primer intento de alinear los
nuevos materiales y las nuevas tecnologías de manufactura con un enfoque
radical y progresista al diseño funcional. El logro de Thonet ciertamente no fue menos importante,
pero, en aquel momento, una silla de madera no podría haber tenido el impacto
que tuvo el acero cromado.
Mies van der Rohe es ampliamente considerado ser el más grande de los arquitectos Modernistas y también fue responsable de muchos diseños de mobiliario bastante innovadores, los más notables de todos fueron creados en la década de 1920. Sus variaciones de los principios del “voladizo” de Stam y sus trabajos influyentes, tal como la silla Barcelona para el Pabellón Alemán presentada en la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona, crearon una extravagancia visual, una versión minimalista del Modernismo que ha llegado a ser vista como una visión definitoria del movimiento.
mesa de altura ajustable E1027, Eileen Gray, 1926.
silla cantilever de acero tubular, Mart Stam, 1924.
En contraste parcial con la opulencia visual de Mies van der Rohe, los diseñadores y arquitectos franceses Le Corbusier y Charlotte Perriand tomaron tipologías tradicionales de muebles y los recrearon utilizando una estética industrial simplificada. “La Máquina para Vivir” (Le Corbusier, Vers Une Architecture [Hacia una Nueva Arquitectura], 1923) fue un interior doméstico en el cuál las formas y los estilos del pasado hacían lugar para las líneas puras de los nuevos materiales.
A pesar de la prominencia del mobiliario de Le Corbusier y Perriand en la historia del diseño, sus diseños en acero tubular y vidrio no fueron particularmente fáciles de fabricar, por lo tanto inherentemente tenían un elevado costo. Esto era en contraste con diseños más democráticos, producidos durante el mismo período por Breuer y Mies van der Rohe.
Mientras Breuer, Stam, Mies van der Rohe y Le Corbusier cambiaron el diseño dramáticamente durante el período de 1920, Rietveld continuó contribuyendo en gran medida al experimentar con diversos materiales y trabajando por comisión en una gran obra arquitectónica en Ultrech: La Casa Schröder. Aunque más bien eclipsado por la extraordinaria producción de la Bauhaus, Rietveld produjo una amplia gama de muebles, incluyendo 2 sillas muy influyentes – una hecha enteramente de aluminio prensado y la otra con el asiento y respaldo hechos en una mono pieza de madera laminada- anteponiéndose al trabajo de Charles Eames por más de 20 años.
Período 1930 a 1950
La década de 1930 vio una amplia aceptación de la estética moderna: como los cines, el transporte, los objetos decorativos, todos asumieron las líneas limpias asociadas con lo que se había vuelto conocido como el estilo del Movimiento Moderno. El término "Art Decó", derivado de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas en París, ganó difusión durante la primera parte de 1930. El mundo glamoroso de Hollywood y los viajes extranjeros influenciaron el estilo Art Decó con nuevos diseños en cromo, vidrio, laminados, laca y materiales exóticos como pieles de animales, marfil y caparazones de tortuga. Aunque no tan meteórico como la década de 1920, el período de pre-guerra significó una maduración del Modernismo y, otro dato también importante, la gran aceptación de diseñadores de mobiliario laminado, que a pesar de madera, se consideró como un valioso material moderno.
En el Reino Unido,
ninguna compañía hizo mayores esfuerzos para apoyar y promover la
innovación técnica en el diseño de mobiliario que la firma de Arquitectura y
Diseño ISOKON, quienes, como reemplazo del emigrante Walter Gropius, contrató a
Marcel Breuer como director de diseño, durante su breve estadía en Londres,
previa a la guerra. Mientras que ISOKON, ciertamente realizaba productos
innovadores en la década de 1930, el arquitecto finés, Alvar Aalto tenía el
mayor impacto en lo que fueron la fabricación y diseño subsecuentes al alcanzar
técnicamente lo que ninguno había alcanzado antes, “ser capaz de dar forma y
complejas curvaturas a grandes piezas de madera laminada”, ejemplo de esto es el
sillón “Paimio”. A través de la década de 1920, Aalto había conducido sus
propios experimentos con madera laminada. Después de una fructífera
colaboración con un fabricante en Finlandia, desarrolló una innovación mientras
desarrollaba mobiliario para el, ahora famoso, Sanatorio Paimio.
Artesanos y
vendedores minoristas de mobiliario en el Reino Unido y Europa continental comenzaron
a adoptar el “estilo Deco” y, a pesar de que la laminación de madera a gran
escala estaba más allá de las capacidades de la mayoría de las compañías y
fabricantes, el nuevo lenguaje visual creado por Aalto, Breuer y sus
contemporáneos británicos, Wells Coates y Arthur W. Simpson, fueron
interpretadas pero utilizando métodos más tradicionales de construcción. El
sillón diseñado por Arthur W. Simpson
fue una de las muchas iteraciones que se volvió común en la corriente principal
de mobiliario contemporáneo antes de la guerra y el cual aún estaba siendo
reinterpretado en la década de 1950.
Un asiento exhibido en la Red Rose Guild de 1935. Diseñado por Arthur W. Simpson, 1934.
Sillón "Paimio", Alvar Aalto, 1930.
Reinterpretaciones más contemporáneas de los asientos previos.
Asiento apilable de metal tubular "PEL", con asientos en canvas (modelo RP7), 1931.
Compañías tales
como “Practical Equipment Ltd” (PEL, fundada en 1931) trabajaban en el Reino
Unido con diseñadores como Wells Coates para producir mobiliario de acero
"modernista" de cierta sofisticación para el mercado masivo. Si bien
ninguno de sus productos amenazaban la superioridad innovadora de la Bauhaus,
su presencia en revistas tales como "The Studio" y en los hogares de
la gente, otorgaba a un amplio público, ya sean entusiastas del Modernismo o
no, una clara visión del futuro. Como así también poblaron las salas de la
gente relativamente acomodadas, al inicio de la gran depresión de Estados
Unidos (1929), PEL también produjo una gran cantidad de mobiliario de bajo
costo por contrato que, similares a su RP6 y Silla "Nesting"
(1931-32) con estructura de metal tubular, respaldo y asiento en lienzo tensado
(canvas) llenaron los salones cívicos y las escuelas de una Nación modernizándose.
En Estados
Unidos, principalmente en respuesta al trabajo exhibido en la Feria Mundial de
Chicago de 1933, diseñadores tales como Donald Deskey fueron fuertemente
influenciados por el mobiliario Modernista y el del Art Deco. Compañías como
Howell Co. trabajaron con diseñadores tales como Gilbert Rohde para producir
predominantemente mobiliario de acero tubular. Dentro de un par de años, la
influencia de Breuer y sus contemporáneos habían ayudado a crear un estilo
completamente Americano del Art Decó, el cual buscaba plantar las semillas para
la dominación en la innovación en diseño
de mobiliario por parte de Estados Unidos en las décadas de 1940 y 1950.
Sillón con apoyabrazos, Gilbert Rohde (EEUU), 1930.
La silla BKF,
también conocida como "Butterfly" ("mariposa" en inglés) es
una silla de acero y cuero diseñada en Buenos Aires por los arquitectos Bonet,
Kurchan y Ferrari, fundadores del colectivo Grupo Austral al que se unieron
otros arquitectos, artistas e intelectuales. Se convirtió en el símbolo del
diseño nacional argentino en el mundo.
Creada en 1937 en
Argentina, las iniciales de los apellidos de los arquitectos Antonio Bonet,
Juan Kurchan y Jorge Ferrari, (BKF) le dieron el nombre al diseño original.
Ellos trabajaron en el estudio de Le Corbusier, en París. Diseñada en principio
por Jorge Ferrari-Hardoy, fue presentada por sus socios Juan Kurchan y Antonio
Bonet como de diseño de Ferrari Hardoy, en el tercer Salón de Artistas
Decoradores de Buenos Aires en 1940. En la ocasión, el grupo envió una nota al
salón indicando la autoría de Ferrari. De todas formas se lo conocerá como
silla BKF.
Conformado de
estructura construida en hierro redondo macizo de 12.7mm de diámetro fabricados
con dobladoras hidráulicas semiautomáticas de precisión en el curvado. Todas
las uniones se realizan con máquinas automáticas y la terminación es pulida a
mano. La pintura es del tipo epoxi de cocción a alta temperatura. El
tratamiento laminar envuelve plásticamente a la estructura.
Silla BKF,
Argentina, 1937.
Aunque la Segunda
Guerra Mundial obstaculizó las ambiciones de muchos fabricantes y diseñadores,
las innovaciones en materiales y manufactura que surgieron de los países
Aliados y del Eje hicieron que la siguiente fase en el diseño de muebles fuese
tan progresiva e interesante como lo había sido luego de la Primera Guerra
Mundial. Con los plásticos en su período de infancia, la madera laminada y el
aluminio fueron los 2 materiales protagónicos.
El uso de nuevos
materiales también influenció las aspiraciones y la estética de los fabricantes
de muebles más tradicionales, y, es necesario notar que no todas las
innovaciones importantes fueron técnicas. Por ejemplo, la silla “Pelícano” de
Finn Juhl (1940) probablemente fue uno de los diseñadores daneses menos
avanzado técnicamente, pero su lenguaje visual escultural era altamente
original y, desde una perspectiva moderna, muy adelantada a su tiempo. El
diseño escandinavo evolucionó en Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia. El
principio central del movimiento fue la producción de mobiliario funcional de
bajo costo que también era bello y utilizaban materiales que pudieran ser
producidos en masa. El diseño de mobiliario danés estaba ciertamente en ascenso
desde 1930 en adelante, con estrellas tales como Bruno Mathsson, Finn Juhl y,
probablemente el más famoso de todos, Hans Wegner.
El primer gran
impacto de Wegner en la cultura del diseño en Europa y Estados Unidos fue su silla
“Peacock” en 1947, la cual, a pesar de ser hermosa y fuertemente original,
estaba más ligada a un oficio vernáculo que
al “Nuevo Mundo” concebido por los Eames y Saarinen. Sin embargo, en
1949, con el lanzamiento de su asiento “Wishbone” para Carl Hansen, Wegner creó
un estilo maduro que hacía referencia fuertemente al pasado pero que contenía
sensibilidades enteramente modernas (esto ocurría ampliamente en el diseño
Danés durante este período). Sin bien estaba bien diseñado, la silla “Wishbone”
aún requería una gran cantidad de mano de obra, por lo tanto, si bien el diseño
de Wegner fue significativo, en términos de su relación con respecto a los
costos de fabricación, fue menos exitoso. De todas formas, nunca fue su
intención ser una silla del pueblo (popular). Su valor, en ese entonces y
ahora, era acerca de su evocación al refinamiento, calidad y modernidad
conservadora.
Asiento bajo con
mecedora (versión contemporánea), Charles y Ray Eames, 1949.
Silla Wishbone
(versión contemporánea), Hans Wegner, 1949.
Silla Pelican
(versión contemporánea), Finn Juhl, 1940.
En el Reino
Unido, la escasez de materiales y la necesidad de un diseño y una producción eficientes
llevaron a que el gobierno creara algo llamado “Esquema de Utilidad” (Utility
Scheme) en 1941 para supervisar la fabricación de textiles y muebles. Gran
parte del mobiliario resultante estaba restringido en estilo, pero en términos
de función, uso de los materiales y fabricación usualmente resultaban en
principios de diseño acertados. En contraste con mucho del mobiliario de
producción masiva del período de pre-guerra, la mayor parte de los productos
resultantes del Esquema de Utilidad
estaban extremadamente bien hechos y, en términos sorpresivamente
contemporáneos, eran profundamente sustentables.
Mobiliario de Utilidad, Catálogo.
Exhibición “Britain Can Make It”, Museo Victoria &
Albert, Londres, 1946. Mesa
utilitaria y 3 sillas, Clive Latimer.
Sin lugar a dudas, sin embargo, las estrellas de este período para profesionales y consumidores admiradores por igual, fueron los diseñadores americanos Charles y Ray Eames. Después de estudiar bajo la tutela de Eliel Saarinen, Charles desarrolló una relación laboral muy cercana con el hijo de Saarinen, Eero, y en 1940 ambos prototiparon una serie de muebles de madera laminada por la cual ganaron el primer premio en la competencia “Diseño Orgánico en el Amoblamiento de Hogares” en el MoMa. También desarrollaron productos para el apoyo gubernamental norteamericana en la guerra, tales como los ahora icónicas férulas de pierna en madera laminada para militares heridos. Su trabajo representó el siguiente gran paso hacia adelante, siguiendo los progresos alcanzados por Alvar Aalto, Marcel Breuer y Mart Stam.
Férula de pierna
en madera laminada, Charles Eames, 1942.
Silla DCM, Charles and Ray Eames, 1946.
Sillón bajo LCM,
Charles and Ray Eames, 1946.
En el Reino
Unido, Robin Day aprovechó su éxito y el de Clive Latimer en el concurso de
muebles MoMa de 1948 (el cual culminó en la Muestra “Diseño de Mobiliario de
Bajo Costo” en el año siguiente) al convertirse director de diseño de Hille –
Una relación que duraría por décadas y produjo algunos de los diseños
británicos más significativos del período de post-guerra. La silla Hillestak
diseñada por Day en 1950 marcó un cambio de rumbo en el diseño Británico, el
cual comenzó un proceso exploratorio que dio camino a importantes innovaciones
una década después. Dos tipos de asientos Hillestak fueron fabricados: uno que
era en una pieza de madera contrachapada con patas de acero tubular y una segunda versión construida completamente
en madera laminada, la cuál hacía cierto eco a la silla DCW de Eames (1946).
Silla Hillestak,
Robin Day, 1950.
Mediados de 1950 a Principios de 1970
Durante este
período, en Estados Unidos, Charles y Ray Eames produjeron su mejor trabajo. Su
primera silla revolucionaria de fibra de
vidrio fue lanzada por Herman Miller en 1949, y se convirtió en la base
para toda una serie de sillas creada a principio de la década de 1950,
culminando con la Chaise en 1958 (otra colaboración con Eero Saarinen). A pesar
de requerir mucha mano de obra para su producción, la cáscara que conforma el
asiento fue precursora de unos moldes de inyección de gran escala en la década
siguiente y, al mismo tiempo, representaron la forma más eficiente de lograr
esas formas orgánicas tan radicales.
Silla en Fibra de Vidrio DSW, Charles y Ray Eames, 1949.
La Chaise, para Vitra, Charles y Ray Eames, 1958.
En paralelo a
este cambio sin igual en lo que respecta al lenguaje visual, Charles y Ray
Eames también se encontraban desarrollando temas materiales y estructurales que
habían comenzado en 1940 utilizando madera laminada. Su sillón y
otomana fueron originalmente pensados como un regalo único para el director y
escritor cinematográfico Billy Wilder. De todas formas, el diseño era
eminentemente fabricable, y desde que Herman Miller comenzó su producción
masiva en 1956 se ha convertido en un hito aspiracional doméstico y de oficinas,
principalmente, podría decirse, para hombre. Continuando con muebles producidos
por contrato en esa época, la temática masculina, en 1958 Herman Miller lanzó
la pieza de mobiliario más deseada y más copiada hasta la fecha: la serie
“Aluminium Group” de Eames.
Sillón y Otomana, Herman Miller, Diseño: Charles y Ray Eames, 1956.
Aluminium Group, Charles y Ray Eames, 1958.
Aunque no sea tan
conocido como los Eames, George Nelson fue uno de los principales
arquitectos/diseñadores de Estados Unidos entre la década de 1940 y 1950. Su
silla Swag Leg de 1958 utilizó el sistema patentado por los Eames de moldeo en
fibra de vidrio para fabricar la cáscara de una silla en 2 piezas, las cuales
luego eran unidas con pegamento. Los 2 moldes y la geometría del asiento
ofrecían buen soporte y flexibilidad –una característica ergonómica que sería
analizada y aprovechada en las décadas subsiguientes. –
Swag Leg, George Nelson, 1958.
Impulsados por la
aparición del consumismo y los nuevos patrones de compra, el enorme progreso en
la fabricación de muebles alcanzado durante la década de 1950 fue más que
igualado en la década del ’60, con una importante innovación tecnológica que
tuvo lugar en 1962. Robin Day y Hille lograron producir la cáscara de una
silla de polipropileno inyectada en una sola pieza, en un tamaño que no había
sido posible lograr hasta ese momento. Este desarrollo fue bastante importante
para el Reino Unido ya que era la primera vez desde la década del ’30 y de Isokon que una innovación técnica tan
importante tuviera lugar en el interior de sus costas. Debido al las mejoras en
los procesos y al desarrollo de nuevos materiales plásticos la madera laminada perdió
la popularidad que alguna vez supo tener entre los diseñadores. A pesar de los
grandes costos de inversión que significaban los moldes, el potencial del
plástico era tan grande que el diseño de mobiliario de producción masiva jamás
volvería a ser el mismo.
Más de 14
millones de sillas de este tipo habían sido vendidas desde que la Silla de Polipropileno se lanzó en 1963,
y Hille aún vendía más de 500.000 cada año. El hecho de que la versión original
de la “Polypropylene Chair” todavía
se produzca en tales números un testimonio de las habilidades de diseño consumadas
de Robin y Lucienne Day, como también de que sea una de las sillas acesibles más
cómodas de su tipo.
Silla Polipropileno (Polyside Chair), Robin y Lucienne Day, para Hille, 1963.
La nueva estética
que permitió la fibra de vidrio, y más adelante los termoplásticos, anunciaba
un nuevo período en lo que respecta al lenguaje visual el cual no era orgánico del todo y tampoco todo se
trataba de sillas. El gran diseñador industrial alemán Dieter Rams, el cual
tuvo una inmensa influencia en el diseño de productos a partir de mediados de
la década de 1950 en adelante, también hizo una importante contribución al
canon del mobiliario con su innovador sistema modular Universal de Estanterías 606
para Vitsoe + Zapf, el cual se lanzó en 1960. Rams estaba claramente
influenciado por los gustos de Mies van der Rohe y posiblemente fue el primer
diseñador en ser descripto como minimalista.
La simplicidad y la sensibilidad para la composición, las proporciones y los
materiales en el sistema Vitsoe personificaban su trabajo, y a pesar de la gran
cantidad de versiones que le hicieron referencia a partir de 1960, ninguna
mejoró su funcionalidad y sólo algunas lograron ponerse a la par en términos de
elegancia.
Estantería Modular Universal 606 para Vitsoe + Zapf, Dieter Rams, 1960.
Video Promocional de la estantería modular 606 para Vitsoe, diseño: Dieter Rams.
Silla para Niños, Richard Sapper y Marco Zanuso, 1964.
Silla apilable "Universal" de Joe Colombo, para Kartell(fabricante), 1965.
En esta atmósfera
de avances tecnológicos y materiales, el progreso fue dramático, como así lo
fue cuando Verner Panton, 2 años más tarde deslumbrara a sus contemporáneos con
la primera silla cantiléver, una versión realizada en un monobloque completamente inyectado en plástico de la Silla S para Herman Miller, la cual fue
lanzada en la Fiera de Muebles de Milán en 1967, previamente lanzada en fibra
de vidrio en 1960. No para ser superada, el brillante Vico Magistretti lanzó a Selene, otra de las primeras sillas
plásticas monobloque, con la
prominente firma de diseño de mobiliario Cassina,
en 1969.
Silla Panton / diseño: Verner Panton / Fabricante: Vitra / 1967
También en 1969,
Gaetano Pesce, un ex artista plástico de 30 años de Italia, se convirtió en el
primer diseñador en aprovechar completamente las propiedades de la espuma de poliuretano
al producir la singular serie de sillas, banquetas y taburetes UP, para C&B Italia (después llamada B&B Italia). La estructura de
célula abierta de la espuma permitió que la línea UP fuera embalada y vendida
dentro de una bolsa sellada al vacío en un tamaño bastante reducido.
Visiblemente crecía a su tamaño completo una vez que era extraída de su
packaging y cuando la espuma de poliuretano haya absorbido el suficiente aire.
Sillón y banqueta UP, Gaetano Pesce, 1969.
Silla Tripp Trapp, Opsvik, 1972.
Esta temática, “la
funcionalidad”, fue evidente a lo largo de toda la década, así como en se ve
reflejado en uno de los íconos de la arquitectura llamado Centro Pompidou, diseñado por el arquitecto
italiano Renzo Piano en sociedad con los arquitectos británicos, Richard y Su
Rogers.
Indudablemente,
el diseño de mobiliario de la década de 1970 no fue definido por el mismo
progreso material y de fabricación que en la década de 1960, o en efecto, en
las seis décadas precedentes. El desarrollo ahora estaba más relacionado con la
electrónica y con e IT (tecnología de la información). Pero esta falta de
progreso parece haberse convertido en catalizador para inspirar libremente la
revolución del diseño posmodernista de la década de 1980. Las temáticas
radicales de finales de 1960 fueron llevadas a la siguiente década por las
figuras como Joe Colombo y Alessandro Becchi. En lugar del trabajo más
conservador de ciertos diseñadores como Poul Kjaerholm el cuál avanzó con las
ideas visuales y conceptuales del Modernismo en la década de 1970, los
historiadores del diseño, incluyendo a influyente Penny Sparke, consideran que
la revolución del diseño de 1960 estaba anunciando el final del Modernismo.
Mientras esto es cierto en gran medida, el Modernismo continuó presente en el
trabajo de algunos diseñadores, como en la silla Supporto de Frederick Scott,
la cual fue lanzada al final de la década. De todas formas, la diversidad de
manifiestos de diseño menores y productos aseguraron que ningún enfoque reinara
por sí solo.
Silla Supporto, Frederick Scott, 1979.
Publicidad de cocinas Moffat en revistas, Reino Unido, 1970.
Sillón con apoyabrazos 4794, Gae Aulenti, 1974.
Después de su introducción principal en la década de 1960, el mobiliario flat-pack (listo para ensamblar) se había convertido, para mediados de la década del '70, en un lugar común dentro de los formatos de venta mobiliario. Por ejemplo, IKEA expandía sus operaciones por fuera de Escandinavia gracias a la creciente popularidad local de este tipo de muebles. Los procesos productivos aplicados al formato tablero (laminar) tales como el laminado superficial y el prensado de membranas también impactarían en el mercado flat-pack para el final de la década y comenzarían a cambiar el rango estético y el precio del mobiliario de bajo costo basado en paneles.
De todas formas, para la mayor parte de la década, Formica y sus ramales seguían siendo los componentes principales en la producción de tableros laminares.
Fuente: "Diseño de Mobiliario", S. Lawson. 2013
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